A continuación, 4 cócteles que no pueden faltar en verano aunque son clásicos ideales para fiestas y celebraciones.
Mojito de frutas: un cóctel tradicional que fue creado en Cuba mezclando ron, azúcar, lima, menta o hierbabuena y agua con gas. Se dice que desde el siglo XVI era consumido por los marineros y guerreros pues los ayudaba a mejorar la deficiencia de vitamina C y era refrescante.
Uno de sus principales prescriptores fue Ernest Hemingway quien se dice lo bebía cada día en La Bodeguita del Medio en La Habana, el primer lugar donde se empezó a comercializar.
Algunas variaciones del Mojito:
Mojito de granada
Mojito Rawal
Caipirinha: un cóctel típico de Brasil elaborado con cachaça, lima, azúcar y hielo. Existen muchas variaciones, por ejemplo si se le agrega vodka en vez de cachaça se denomina Caipiroska. Otra variación es la del ron, que se conoce como Caipirissima.
Su origen se relaciona con el siglo XIX donde los esclavos de Brasil bebían “garapa”, un jugo de caña de azúcar, hervido y sin fermentar. Esta preparación se mezclaba con aguardiente local y frutas en fiestas y rituales. De igual forma, este producto era considerado un remedio contra la epidemia de gripe en 1918 por sus propiedades curativas y alto grado de vitamina C.
Algunas versiones de la Caipirinha:
Caipi Criolla
Caipi de pera y lavanda
Daiquiri: el daiquiri es un cóctel que lleva ron blanco y zumo de limón aunque ha variado a diferentes frutas. Sus origen se sitúa en la playa de Santiago de Cuba, donde vivía un ingeniero estadounidense, conocido como Jennings Cox quien hizo la mezcla y quien junto con un amigo le dio nombre.
Algunas variaciones del Daiquiri:
Infiel
150 th
Piña colada: mezcla de ron, crema de coco y zumo de piña. Su origen se sitúa en Puerto Rico en 1978. Se dice que era usado como una bebida para inspirar moral y valor a los piratas de la zona. Una de las causas que le dio popularidad a este cóctel fue la canción de Rupert Holmes, "The Piña Colada Song".
Piña Colada