Preparación
En una olla pequeña, jarro o drack de cobre o acero inoxidable agregar el azúcar moreno y un dash de licor de miel (Drambuie como opción) junto con una brasa al rojo de leña de árbol frutal o cualquiera que no permita que se produzcan cenizas, y otra muy pequeña de canela. Ir moviendo el recipiente para ir logrando un caramelo y luego incorporarle una ramita de cedrón y una cucharada de yerba mate. Tapar, dejar reposar unos segundos y reservar. Tener a disposición unos 500 cc de agua a punto de ebullición para agregarle y proceder a tapar y dejar reposar unos 5 minutos para luego colar. Dejar macerar en spray Drambuie con piel de limas, naranja y pomelo.
En una taza de porcelana rociar con el spray, agregar la infusión y el Hendrick's con unas gotas del licor de miel y decorar. Servir y dejarse llevar por bellos recuerdos.
Decoración: twist de limón con un ramillete de cedrón y una ramita de canela encendida.
Nota: la preparación es muy simple y fácil solo requiere algo de paciencia y amor. El cedrón y la yerba mate son hierbas serranas características de Sudamérica y en el caso de no contar con ellas la forma más fiel y exactas de suplantarlas es al cedrón por una ramita de menta y una delgada lámina de jengibre fresco, y a la yerba mate por té verde. La idea es que sea una preparación tibia y a medida que se va tomando disfrutar de los aromas y sabores como lo hacían nuestros abuelos. Se puede beber también frío, para ello respetar la receta y enfriar en vaso de composición y servir en copa cóctel. Tener en cuenta que al refrescar se le otorga mayor agua al cóctel, para ello agregar unas gotas más de Hendrick's para que la preparación sea equilibrada.
Historial inusual
En palabras de Matías: "Una hermosa anciana vive en una bella casa victoriana rodeada de frutales y un arroyo que la protege al borde de la serranía. Ha querido instalarse allí a la compañía del sol, luego de una larga y plena vida desde que su padre se refugió en la Argentina huyendo desde España de algo que le decían que se llamaba guerra, por un futuro más prometedor. Cuando miró hacia atrás puedo ver en ella esas mesas domingueras repletas de sabores, puedo sentir los olores de esa mesa enharinada de pastas que cada día 29 esperan un billetito, dormir bajo los platos en manera de un ritual; símbolo del porvenir. La misma mesa que refleja sus ojos sabios azules turquesas; sabios del gran saber, sabios de trabajo, sabios de cocina. Ojos y voz que siempre decían en sí mismos que el arte de cocinar tiene prácticas olvidadas, consejos para inexpertos y hojas en blanco para recetas.
Hace unos días me vino a la mente eso de consejos y hojas en blanco, conjuntamente con "esos remedios caseros" pude entender por qué. Aquí y ahora es época invernal, de aquellas mesas domingueras, de infusiones varias y entre gripe y estornudos esos remedios caseros, tortas y postres varios van apareciendo. Me encontraba cocinando un caramelo para hacer un flan y entre mate y mate con amigos (infusión que se bebe con una especie de sorbete) se me cae un poco de esta hierba sobre el caramelo despertando un aroma exquisito. Y... ¡chas!: apareció sin mas.
Ese olorcito alimonado y hierbas en el ambiente de casa... De grapa, de gin, de yerba mate y tés, de brasas, de campo; de esa casa de campo de la anciana, y así esas hojas en blanco se fueron llenando; completando con una nueva receta, un nuevo cóctel, de ése cóctel que tal vez no cure enfermedad alguna, tal vez sí las del alma, pero seguro está que esa mesa humeante hace volver los recuerdos atrás, los domingos atrás, como quien no quiere la cosa...".
Cocktail presentado al concurso creado por Hendrick's Gin España #RetoInusualHendricks
