Preparación
Paso previo: la solución salina es 1 parte de sal por 9 partes de agua. Se puede usar un gotero para ello. La sal ayudará a rebajar el amargor del Aperol y la almendra amarga del sirope; también ayudará a potenciar los sabores de las verduras y el zumo.
Preparación: machacar en la base de la coctelera el pimiento verde, poner de 3 a 5 hielos en roca, agregar el resto de ingredientes menos la sidra y agitar enérgicamente durante 15 segundos. Perfumar el vaso en su interior con la chirivía (partir una rodaja por la mitad, pasarla por todo el interior del vaso y desechar; la chirivía es una hortaliza muy perfumada y aportará un punto entre dulce y picante). Verter usando doble colador la mezcla en ese vaso perfumado con hielos en roca. Finalizar con la sidra*, remover con cuidado y decorar.
* La sidra preferiblemente nacional, por ejemplo El Gaitero, de sabor más intenso. Si no se tiene se puede usar sidra inglesa, tipo Magners.
Decoración: Dos rodajas de chirivía y menta (o hierbabuena)
Inspiración: la infusión de pepino de Hendrick’s Gin inspira frescura. La frescura evoca huerta, ensaladas, frutas cítricas... El autor ha querido dar un paso más y conjugar todo ello con un aporte ácido y fresco de la manzana de la sidra y su gas.
Historia inusual
En palabras de Francisco: "Paseando por el Mercado Municipal de mi barrio, girando la vista a derecha e izquierda en busca de algún ingrediente que completase mi idea de lo que tenía que ser un cóctel inusual de Hendrick’s, algo captó mi atención en un momento determinado. Fue como un fogonazo, como una imagen que en una décima de segundo se presentó ante mi vista y marchó.
Durante un rato fue yendo y viniendo esa fugaz visión y parecía que me conducía a su antojo por los pasillos del mercado. En un momento dado, esa imagen se detuvo y pude verla bien. No sabía si me estaba volviendo loco o qué, porque lo que estaba presenciando no era normal. Ante mí una figura muy bizarra: un hombre diminuto, con grandes bigotes decimonónicos, una cortina de pétalos de rosa a modo de melena, cabeza coronada por un sombrero de copa, pero de copa de verdad –tipo Martini, con brazos en forma de coctelera y tronco con forma de botella cilíndrica de color negro, y con piernas con forma de hortaliza verde apepinada. Se mostró ante mí dando piruetas y señalando a un puesto de verduras y hortalizas. Se acercó a dicho puesto y cogió algo que luego sacó de una especie de chistera mágica: eran un pimiento y una chirivía.
No tuve dudas. Esos iban a ser mis ingredientes inusuales para mi cóctel: frescos, picantes, internacionales, una especie de botánicos que no lo son realmente pero que pueden actuar como tales.
A día de hoy aún me pregunto si fue una visión causada por algún brote febril, si fue un trance o locura transitoria, si entré en otra dimensión, si fue un sueño o si fue algo real. Pero no me importa. Con cada sorbo de mi cóctel de Hendrick’s, todo eso me parece secundario".
Cocktail presentado al concurso creado por Hendrick's Gin España #RetoInusualHendricks
