El eco de las flores perfuma la noche, la adorna de colores, olores y por supuesto de sabores. Están presentes en la producción de ciertos licores, como decoración, en la medicina, en el té, las hay comestibles y las hay asesinas.
El lenguaje y simbología de las flores se atribuye a los griegos, de hecho se dice que desde la antigüedad se planteó su clasificación por su color de la siguiente manera:
- Las flores blancas: representan la pureza, inocencia e ingenuidad femenina.
- La flores rojas: son símbolo del amor, la pasión, fogosidad y ambición.
- Las flores verdes: se asocian con la esperanza y el éxito.
- Las flores azules: están ligadas al concepto de sabiduría, nacimiento y amor imposible.
- Las flores amarillas: son símbolo de riqueza, abundancia y triunfo.
En cuanto al poder de su sabor, generalmente se asocia con el dulce, un poder ilusionante que deja en el paladar de quien las prueba una huella muy difícil de olvidar. Algunas de las primeras destilaciones hechas en la historia tenían relación con flores, sobre todo en la cultura árabe, un ejemplo claro es el agua de rosas desde la cual se sacaban lociones y perfumes.
De igual forma, en la Edad Media se buscaban obtener licores sanadores por medio de esencias que no tenían un sabor muy agradable, por lo que se empezó a usar las flores como un ingrediente extra para mejorar la sensación al beberlas.
Las flores también fueron usadas por pueblos primitivos para la preparación de platos, por ejemplo los romanos utilizaban rosas, violetas y malvas. En el Renacimiento eran usadas con el objetivo de dar color a los platos y para darle sabor a la comida. En el siglo XVII se tiene noticia de producción de dulces de flores. Y en las últimas décadas están cada vez más presentes en ensaladas, pasteles, mermeladas y postres.
En la actualidad las flores son cada vez más un ingrediente utilizado en la elaboración de cócteles, sobre todo si son comestibles. Estas deben tener un cuidado muy especial y las que sean usadas como ingrediente no deben haber sido sometidas a los pesticidas que tienen las flores que se venden de manera comercial en tiendas o jardines públicos. Al ser un ingrediente de consumo humano son muy delicadas y exigen que sean almacenadas en nevera a altas temperaturas. Por suerte, cada vez más las casas comerciales de productos gastronómicos se han dado cuenta del auge de este ingrediente y cada vez es más fácil conseguir flores aptas para su consumo.
Las flores comestibles más comunes son:
- Begonia red Sugar
- Caléndula Power
- Clavel Freedom
- Pétalos de Taget Sun
- Pétalos de Rosa Badior
- Flor de Borraja
- Petunia Queen
- Flor eléctrica
- Flor de Cebollino
Su esencia tiene como principal fortaleza aportar frescura, alegría, color, atractivo y aromatizar cócteles refrescantes, aperitivos y digestivos muy variados. También destaca su valor decorativo al brindar elegancia, distinción, vistosidad y energía a la bebida.
Otra gran fortaleza es la variedad de su textura, las hay carnosas, crujientes, saladas, picantes y dulces. Además las flores tienen un alto contenido de nutrientes y vitaminas que producen un efecto positivo en quien las come.
El uso de la flor es también muy variado, se puede macerar o infusionar de acuerdo al toque y resultado que se quiera lograr. Y además de ser el producto central de la preparación, pueden servir para la elaboración de bitters, tés o siropes que acompañan la bebida.
Algunos cócteles elaborados con licores de flores o que contienen flores como ingredientes son:
1. LY, cóctel con June, licor de flor de uva.
2. MARCO POLO, cóctel con té de jazmín y G'Vine, gin de uva y flores de uva. Una propuesta de The Shakin Bros.
3. AFTER THE STORM, cóctel con sirope de flores secas comestibles, una versión del clásico dark and stormy.
4. JERULIA SACRA, cóctel con sirope de diente de león, Hendrick's y cordial Quinetum, productos con flores entre sus ingredientes. Por Alberto Pizarro.
5. AVIATION, cóctel con licor de violeta y gin. Un clásico moderno.
