Historia
En medio de las épocas turbulentas del siglo XIX, llega a la población de la Miel un experimentado embajador de arraigo venezolano que se hacía llamar Don Fernando, considerado gran conocedor de la técnica de destilación. Una vez instalado, haciendo uso de la experiencia creó la Hacienda Saruro para desarrollar el arte de la destilación de la caña de azúcar y los procesos de añejamiento dando origen a las mezclas que se convertirían en el agasajo ideal entre los dignatarios políticos. Más tarde, la bebida comenzó a ser considerada en provincia como un auténtico "embajador" del gusto de esas tierras, lo que aunado a su presencia constante en las reuniones decisivas de los gobernantes motivó a los cronistas a llamarlo Diplomático.
Notas de cata
De suave bouquet a frutas, cálida madera y notas de caña dulce.