Historia
El licor de Cassis de Merlet ha sido reconocido como el mejor licor de cassis. Fue el primero, de una cada vez más amplia gama de licores de frutas avaladas por la excelencia de la casa Merlet.
La familia Merlet, del primer alambique a la innovación.
El primer alambique:
Firmin Merlet, heredero de una familia de viticultores estableció su primer alambique cerca de Saint Sauvant en la zona de Saintonge en Francia.
Los Merlet luego se convirtieron en destiladores de Cognac suministrando destilado a grandes casas como Hennessy.
Durante generaciones, la familia Merlet ha perfeccionado su conocimiento en la producción de la única uva de "eaux-de-vies" de la zona Saintonge. De la alquimia del alambique de cobre al lento intercambio de barricas de roble, estos espirituosos forman una alianza con el tiempo que florecen gradualmente en armoniosos cognac.
Algunas grosellas negras en Saintonge
A pesar de la difícil situación económica del momento, Gilles Merlet se hizo cargo de la destilaría a mediados de los 70`s. Frente a la necesidad de tener que arrancar algunas de las vides de la familia, optó por experimentar diferentes tipos de cultivos para reemplazarla. Con el tiempo llegó a plantar arbustos de grosella negra, una iniciativa más que audaz en esta zona tradicionalmente dedicada a la vid y al cognac.
Fue todo un éxito, no sólo crecieron bayas excepcionalmente increíbles, sino que la familia adaptó su "savoir faire" de vinos a licores produciendo su propio licor de Cassis. Así es como nació la Crema de Casiss de la Saintonge que iba a ser el primero de una completa gama de licores de frutas, hoy en día aclamados internacionalmente.
Empresario y pensador inquieto, Gilles Merlet continuó experimentando, abrazando la innovación como una filosofía que le permitió ampliar las actividades tradicionales de la destilería, hasta llegar a convertirse en un respetado maestro destilador al que es llamado como consultor para varias marcas mundiales.
Notas de cata
Licor de color violeta muy oscuro, casi negro. El olor de grosella negra es muy potente. Posee una gran consistencia y una concentración máxima de frutas. Un sorbo nos recuerda a la mermelada artesanal realizada en casa de nuestros abuelos. El sabor de grosella negra perdura sin cesar en la boca.