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Regla N° 4: escribe sobre tu aldea y serás universal
Lo dijo: León Tolstoi, escritor ruso.
Cóctel Barcelona de ponche
Barcelona de noche era un local mítico de la vida nocturna de Barcelona, un cabaret transgresor abierto durante los últimos años de la dictadura y donde actuaba el “icónico” travesti Perriot. En esta época también estaban de moda los ponches, y Barcelona de Ponche rinde entonces un homenaje a ese momento histórico donde la sociedad española convivía con un complicado momento social y político donde sin embargo tenían la posibilidad de compartir socialmente en espacios como los cabaret (ginebra Tanqueray Ten, Licor de moras, zumo de lima, frutos rojos y hierbas frescos).
Cóctel La Font Màgica (la Fuente Mágica)
La fuente mágica de Montjuïc es uno de los lugares más visitados en Barcelona por su espectacular despliegue de agua, luces, colores y música; espectáculo construido para la Exposición Universal de 1929 que se llevó a cabo en la ciudad. El cóctel imita el servicio de absenta, y se vale de una fuente donde se utiliza el recipiente para hacer una maceración de agua con gas y pieles de naranja y estragón. La cucharilla del absenta se usa para separar los líquidos que forman el cóctel (Amaretto, absenta La Maison Fontaine, Fino, ginebra Tanqueray Ten, agua con gas Perrier aromatizado con pieles de naranja y estragón).
Cóctel Las Ramblas
Reconocido paseo en pleno centro de Barcelona donde convergen locales y visitantes de todo el mundo. Es un espacio donde se hace presente el colorido que aportan las tiendas de animales, las esculturas humanas, los artistas, las terrazas de los restaurantes y el mercado de La Boquería. Una fiesta de color y una mezcla de culturas que inspiran este ponche (Whiskey Buffalo Trace, Southern comfort, Kamm & Sons, zumo de manzana, zumo de naranja, manzana, higos, naranjas, fresas y moras, hojas de stevia).
Regla N° 5: divas, divos y personajes históricos como inspiración
Algunos cócteles clásicos están inspirados en personalidades y también es un punto de partida muy válido y creativo para elaborar cócteles de autor. Un ejemplo: Lucien Gaudin, divo o mejor, atleta tricampeón olímpico en plena época de la prohibición americana, inspiró el cóctel que lleva su nombre y tiene como base el gin. Aunque muy similar al Negroni, este tiene el aporte adicional del licor de naranja francés Cointreau (gin, Cointreau, Campari, vermouth seco).
Otro ejemplo es el Mary Pickford. Diva y actriz canadiense de cine mudo, inspiró este clásico con un corte tropical con ron, maraschino, piña y granadina. La actriz famosa y reconocida como La novia de América, obtuvo un oscar 40 años después de haber dejado su profesión en homenaje a su carrera. Sin embargo con el cóctel a su nombre, ya desde las barras se le había reconocido su aporte.
Hay muchos más casos, sólo para nombrar algunos: el Blood & Sand, cóctel inspirado en una película del mismo nombre protagonizada por Rodolfo Valentino; Vesper Martini inspirado en Vesper Lynd, la doble agente coprotagonista junto con James Bond del libro Casino Royale de Ian Fleming. El Negroni, cóctel que lleva el nombre del Conde Camillo Negroni, quien junto con el Barman Arno River del Hotel Baglioni le añadieron al cóctel americano un toque de Gin dejando la mezcla de Campari, Vermouth dulce y Gin en partes iguales.
La inspiración de Slow y sus divos
El Descubridor
Bajando por las Ramblas, se encuentra en Barcelona una columna de unos 10 metros donde en la parte superior está la escultura de Cristóbal Colón señalando con su mano derecha hacia América. La inspiración del cóctel es justamente un homenaje a la persona que propició la producción del ron al llevar consigo, en su segundo viaje, la caña de azúcar en 1493 (Ron Zacapa 23, Chambord licor, licor de chocolate negro Mozart. Cóctel envejecido en barrica de roble dos meses).
La mirada mediterránea
En este caso vino primero el cóctel y después el título. El cóctel ya lo habían propuesto Paco y Franky para ser presentado en una copa snifter recostada sobre un marco sin cuadro. La mirada mediterránea es la pintura del maestro Joaquín Sorolla, valenciano que pintó en tonos cálidos la cotidianeidad de los habitantes y familiares alrededor del mediterráneo (whisky The Glenrothes Select Reserve, licor de The Glenrothes Slow, aroma de naranja & bitter de chocolate negro, todo envejecido en barrica de roble durante tres meses).
Cóctel Marco Polo
Rico mercader veneciano que tras 24 años de travesía por la ruta de la seda volvió a su tierra natal cargado de riquezas. El cóctel está inspirado en algunos ingredientes venidos de Oriente a través del mediterráneo.
(Ginebra G’Vine Floraison, licor de ciruelas Prucia, Sake, pulpa de Mangostán, zumo de pomelo rosa, sirope de té de jazmín, bitter de absenta).
Regla N° 6: fusión de ideas, mezcla líquida
Maridajes, maceraciones, infusiones, aires, ahumados, cócteles añejados, uso de nitrógeno líquido, creación de espumas, aplicación de fuego, decoración con deshidratados, creación de bitters y siropes caseros. Todos estos conceptos o técnicas están presentes en la nueva carta de Slow, una carta muy novedosa que implica un amplio conocimiento en el manejo de los materiales, técnicas, los tiempos, los destilados y un inmenso amor por este trabajo. Una carta que usa en un par de ejemplos algo de coctelería molecular, pero haciendo que lo molecular esté al servicio del líquido, del cóctel. Una carta que tiene una amplísima gama de destilados para todos los gustos y una presentación impecable.
Aunque pueda parecer fácil hacer mezclas simples como cola+ron, gin+tónica, vodka+vermut, un simple movimiento de muñeca a la hora de tomar la botella o la forma de quitar el tapón, ya dice mucho del bartender y la pasión que sienten a la hora de prepararlos.
Ahora hacer una carta esmerada, como la presente, con cócteles de este tipo cada noche, cócteles creativos pensados no solamente en la importancia de la decoración o la historia, recetas a conciencia donde el sabor es lo más importante y lo que lo rodea anecdótico, merecen muchos clientes que vuelvan pidiendo con nombre propio alguna de estas creaciones.
Larga vida al Slow.
© Fotos cortesía Slow Barcelona
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