La carta de Slow Barcelona, A Forest, realizada por Fran Mekk, es una colección de 18 cócteles inspirada en la sabiduría de las plantas de selvas, tundras, manglares y arboledas. Un menú que podrá descubrirse a través de un formato experimental, a medio camino entre el teatro, el juego y el ritual mágico, que trasladará a los clientes a lo más recóndito del mundo vegetal.
Para aquellos que deseen experimentar la carta de un modo distinto, Slow ofrece una historia inmersiva que les propondrá descubrir en muy pequeños grupos una selección de cócteles de la nueva carta en una propuesta exclusiva que podrá experimentarse mediante reserva previa.
Esta experiencia lúdica lleva un paso más allá la idea de la interactividad en la coctelería, y permitirá a los afortunados que participen de ella ser los propios creadores de unas bebidas que hablarán de sí mismos y les ayudarán a descubrir quiénes son como personas. Un paseo interactivo por las profundidades del bosque, en el que los espíritus de la naturaleza se manifestarán y otorgarán su esencia a pócimas mágicas que harán que quien las beba salga cambiado de la experiencia. Aunque los cócteles de la carta pueden y deben disfrutarse también en su formato normal. Con este singular propuesta lleva un paso más allá la creatividad en coctelería que siempre ha sido el sello distintivo de Slow.
Después de cartas tan celebradas como la del Mediterráneo y La ruta de la seda, era hora de una nueva evolución. Entre los elementos que marcan esta nueva propuesta están los siropes y tinturas, las decocciones y los macerados elaborados en el propio bar, con presentaciones lujosas y sorprendentes que evocan también la idea del bosque que transmiten los sabores y olores. Una carta que despierta los sentidos y que nos devuelve a los mitos del bosque. Las hierbas mágicas y curativas prestan su sabor a una colección de cócteles que apelan al sentimiento y la inteligencia de quien los prueba. Copas para disfrutar, con un punto de locura y otro de misterio.