Barcelona, diciembre de 2015.- La coctelería barcelonesa Slow presenta su nueva carta de cócteles que incluye 23 nuevas creaciones inspiradas en un amplio recorrido por los países de la antigua ruta de la seda (incluyendo opciones aptos para celíacos).
La carta la han desarrollado con tenacidad, cariño y entrega Francesc Bretau y Francesc Galera, siempre fieles a la mezcla de lo clásico y lo canalla que ha sido Slow desde sus inicios hace ya casi 5 años. La han planteado como un viaje iniciático para el paladar occidental donde han consagrado la visión de la coctelería de Slow, fusionándola con la cocina, siempre desde el punto de vista de los destilados.
Esta fusión se podría resumir como “coctelería sólida”, o “cocina líquida”, y consiste en añadir sabores propios de los elementos sólidos, alimentos y especias, no solo como aromatizantes sino dentro del propio cóctel. Esta tendencia, que ya apuntaba la anterior carta de Slow (véase Las Ramblas, Un Cappuccino o Costa Brava), se ha expandido hasta el siguiente nivel. La parte sólida no se concibe como un maridaje, sino que forma parte inseparable de la experiencia del cóctel.
Los ingredientes de los cócteles incluyen numerosos licores infusionados en frío y caliente, siropes homemade, aires y espumas. También, por supuesto, licores de los países de origen de este viaje. La elaboración completamente artesanal de algunos ingredientes contrasta con el uso de técnicas modernas como el enfriamiento con nitrógeno líquido, o el hielo seco.
Cóctel Sado (foto 1 a pie de página)
El otro concepto, o punto de vista, que impregna los cócteles de la carta es el llamado contrapunto. El contrapunto es una provocación, una manera de entender la coctelería. El cóctel se presenta de una manera (tal vez un olor intenso, o un aspecto que anticipa un sabor concreto) pero se termina de forma distinta: el sabor resulta ser suave, o completamente inesperado. Ese contraste, ese jugar con el consumidor (o comensal, si se prefiere), está en la misma sangre de Slow.
La carta en sí, ese artefacto que se deja a los clientes para que escojan, puede parecer un cuaderno de viajes o una carta de comida. Deliberadamente ambigua, seductora, y extravagante, condensa referencias culturales de los países de este viaje particular.
La Ruta de la Seda de esta carta abarca desde el lejano oriente (China, Japón), pasando por las estepas de Mongolia y Rusia, sur y sudeste asiático (Vietnam, Siam, India, o Pakistán), el Oriente Medio (Persia, Jordania, Egipto, Turquía), hasta las orillas mediterráneas de Grecia, Túnez, Marruecos e Italia, o las costas búlgaras del mar Negro.
Cóctel Sahara (foto 2 a pie de página)
De los países en los que apenas hay tradición de alcoholes, se ha trabajado, en cambio, con su tradición culinaria. Los destilados escogidos respetan tanto el original como los ingredientes mezclados. No se pretende que los cócteles pudiesen haber sido creados en sus tierras de origen (esto es impensable en regiones musulmanas) sino inspirados por sus ricos mosaicos sensoriales.
Sobre Slow
La coctelería Slow, situada en la calle París 186, Barcelona, se ha convertido en apenas 5 años de recorrido en un establecimiento de referencia internacional en el mundo de la coctelería. Eso se debe a la combinación de la dirección creativa Francesc Galera y el trabajo detrás de la barra del maestro Francesc Paco Bretau.
Así como los cócteles clásicos y de creación propia tienen un sello de indiscutible calidad, el espacio (el “teatro”) es una mezcla de lo clásico y lo canalla, donde además de los cócteles, se ha ido poblando de una fauna muy particular.
La planta baja, la coctelería clásica es una mirada vintage y un sutil homenaje a los antiguos clubs de la época dorada de la coctelería en Nueva York. La planta superior tiene una discoteca con techo de luces de LEDS donde también se hacen conciertos acústicos y eléctricos, y una sala privada más íntima y recogida con un mural y paredes de terciopelo rojo.
Francesc Bretau, lleva toda una vida dedicada a la coctelería. Se formó inicialmente en la escuela de hostelería del gremio a través del Bocaccio, y más tarde en la Escuela Muntaner. Sin embargo, es a través de su amplísima trayectoria profesional y su dedicación a la coctelería de primera línea, incluyendo grandes premios en concursos nacionales e internacionales que Francesc Bretau ha logrado convertirse en uno de los bartenders más importantes de nuestro país. Sus andanzas le han llevado a la barra del Bocaccio, uno de los locales nocturnos más míticos de Barcelona, del Maddox, del hotel Ritz de Barcelona, del privado de la sala Zeleste, del Mirablau y finalmente de la coctelería Slow.
Ha sido desde hace mucho tiempo y en la actualidad miembro activo del Club del Barman. Ha dado clases y másters en la Escuela Hofmann de Hospitalet de Llobregat con Manel Tirvió, en BCN Barmans y organizó el 1º Curso de Coctelería oficial del Club del Barman en Catalunya.
Entre sus incontables hazañas en concursos nacionales e internacionales de coctelería destacamos:
- Campeón Feria internacional anual del whisky que se celebra en Barcelona Whisky Live en 2008 y 2010
- Campeón nacional de Bartender Showcase 2010
- Finalista mundial del concurso organizado por Ron Appleton en Jamaica entre los cuatro mejores bartenders del mundo
- Campeón del certamen BarFórum 2010
- Ganador del challenge nacional de Tequila Don Julio del certamen Diageo World Class, llegando a ser finalista nacional.
Francesc Galera es el perpetrador de la marca Slow y su filosofía coctelera. Desde el inicio ha llevado la dirección y la gestión creativa del local.
Proveniente del mundo de la música, ha sido reconocido DJ durante finales de los ochenta y la década de los noventa, y productor musical de artistas de tirada internacional como Paco Osuna, Francesco Farfa, José Padilla, Tony Verdi, Lexter, y remezclando a glorias de la música como Simple Minds, Presuntos Implicados, Gala, Robbie Rivera entre muchos otros. Ha sido manager de algunos de los artistas mencionados, así como de bandas míticas del dance europeo como Milk Inc, Lasgo, o Ian Van Dahl. Su afición por la gastronomía y la coctelería se remonta a tiempos ancestrales, trabajando en varias cocinas, bares y discotecas en países como Líbano, Siria, Canadá y Rusia. Su inusual background y talento con el interiorismo le llevan a desarrollar el concepto de Slow.
Siendo alumno aventajado del maestro Francesc Bretau, ha conseguido diversos premios en concursos:
- 2º clasificado en el Concurso Internacional de Gin Tonics Jordi Estadella incluido en la Semana Gastronómica de San Sebastián el 2011.
- Ganador nacional y finalista mundial entre los 15 mejores bartenders del mundo según G’Vine ganando uno de los challenge en la final de Cognac.