Nacido de la unión empresarial entre la Familia Gallardo y Moët Hennessy, Volcán de Mi Tierra es un tequila artesanal cuya excepcionalidad recoge el legado de creatividad, autenticidad y modernidad de ambas partes.
De filosofía 100% corazón, creado en 2017 y procedente de Jalisco (noreste de México), Volcán de Mi Tierra parte de una destilería propia, la NOM 1523, y respeta un método único de producción. Su composición se basa en lo mejor en agave de Valles y Altos. Un innovador método de elaboración le concede el sello de identidad más premium dentro del sector tequilero internacional.
La gama
VOLCÁN DE MI TIERRA BLANCO. Nace de la fusión de lo mejor en agave de las dos regiones de Jalisco: Altos y Valles. Sus notas revelan tonos herbales, cítricos y especiados, combinación que da lugar a un tequila complejo y equilibrado. Su proceso de producción es un claro reflejo de singularidad, cada región proveedora de agave respeta su particular método de destilación para concluir ambos procesos en un ensamblaje único.
La zona de Valles frecuenta el método tradicional: agave al horno, molido en tahona y fermentado en tanque de madera. En la de Altos, el método moderno, cocinando el agave en autoclave, moliéndolo y fermentándolo en tanques de acero inoxidable.
VOLCÁN DE MI TIERRA REPOSADO. Es la perfecta armonía entre agave, terroir y madera. Su reposo, de 135 días en barricas de roble americano y francés, permite una interacción que da lugar a un tequila proporcionado y delicado.
Su proceso de producción empieza en los Altos de Jalisco, donde se selecciona el mejor agave. Éste pasa a ser cocinado en autoclave, molido y fermentado con levaduras de ron. La clave está en su reposo: el 50% de la mezcla en barricas de roble americano, el 50% restante en barricas de roble francés. Esta dualidad permite la creación de un tequila que expresa precisión, proporción y equilibrio.
VOLCÁN DE MI TIERRA CRISTALINO. Mezcla de tequila añejo (un año) y extra añejo (tres años) envejecida en barrica de roble americano, Cristalino es complejidad y riqueza.
Sus aromas de agave cocido, frutos secos, chocolate negro y vainilla exhuman un estilo único y elegante. Su personalidad matiza sabores fuertes de caramelo, tabaco y chocolate negro con una sedosa permanencia en boca.
Su innovador proceso de añejamiento supone una transgresión de los límites del envejecimiento del tequila. Por un lado, la doble fusión de tequilas, añejo y extra añejo, aporta una delicadeza y complejidad sin precedentes. Por otro, la extracción del color y las notas de madera por la filtración de carbón activo, permiten mantener las notas del agave y proporcionar un refinado color claro, de tono pajizo.