Por George Restrepo
Los tiempos han cambiado y no hace mucho tiempo, quizás unos 10 años atrás, las buenas marcas de whisky pretendían que sus destilados fueran intocables, inmezclables. El whisky con una o dos rocas de hielo como mucho, era más que suficiente y cuanto más alejados de las mezclas en coctelería mejor. Entonces, los bebedores de whisky se hacían mayores y los nuevos consumidores le hacían puente al whisky pasando olímpicamente de él tomando la vía que lleva del gin al ron y viceversa. Del Whisky se decía que nadie quería beber lo que bebían los padres y mucho menos los abuelos. Mientras tanto, como contrapunto, el surgimiento de una nueva generación de refrescos se le atribuía al boom del gin tonic, y como colofón del momento, démosle al consumidor el beneficio de la duda: su paladar se había ampliado y estaba disfrutando como nunca, convirtiéndose en experto catador. Así fue como comenzó a buscar en otras categorías, nuevas experiencias. Ya el gin no le bastaba, y en algunos casos, comenzó a probar otras alternativas de destilados, whisky, cognac, vodka, tequila y cuanto buen destilado llegara a sus manos. Las marcas de refrescos creadas hasta entonces vieron la veta y no la soltaron, hasta nombre elegante y extranjero se le dió a los refrescos: se les llamó mixers.
Los Highball son tragos largos, combinados sencillos, resultado de sumar un destilado y un mixer. Conversando con Salvador Blanco, Export Manager de Samson & Surrey, una compañía que está apostando por destilados artesanales con un gran potencial en mercados europeos como el alemán, español e inglés y con una gran presencia y fuerza en el mercado americano, hablábamos del potencial de Brenne Whisky. Un Single Malt francés, muy suave, con notas florales y frutales gracias al proceso artesanal de su producción en alambiques pot still, y su maduración en barriles Limousin y ex barricas de cognac. Una idea de su creadora, Allison Parc, quien junto con su master distiller en Cognac, ofrecen al mercado un whisky 100% orgánico, con materia prima de producción francesa. En resumen es un Single Malt francés con carácter y alma francesa, que sorprende por su elegancia y suavidad. El reto entonces era el de encontrar al menos tres refrescos o mixers, de diferentes casas, que mezclaran perfectamente con sus notas y que a la vez, dieran un toque de distinción y diferenciación.
Mis tres propuestas para maridar Brenne Whisky y convertirlos en tres grandes Highball:
1. Brenne Whisky con tónica, la opción conservadora:
Hoy en día mezclar cualquier destilado con tónica nos es más fácil que antes, ya estamos acostumbrados al aporte amargo de la tónica, y entre tanta opción, tenemos diferentes intensidades, tipos de azúcares, botánicos y sabores. Así que no nos de miedo mezclar un buen whisky con tónica, en este caso, elegí Fentimans Connoisseur para mezclar con Brenne. Fentimans es un producto inglés, con una alta reputación y muy utilizado por muchos bartenders. Es una tónica premium que se ha destacado desde su fundación por rescatar los sabores de la época victoriana manteniendo el proceso de fermentación de botánicos. Se consigue en tiendas gourmet y tiendas especializadas. Es un clásico.
Cómo prepararlo: añadir mucho hielo en un vaso alto, una medida de Brenne Whisky (entre 45 y 60 ml) y completar con la tónica Fentimans Connoisseur. Decorar con rodaja de limón o piel de pomelo.
2. Brenne Whisky con cola, la opción innovadora:
No cualquier cola. Coca Cola recientemente ha contado con el talento de jóvenes bartenders que bajo la tutela de la casa, han llegado a la conclusión de unas notas diferentes que pueden mezclar muy bien con diferentes destilados. En este caso, he elegido la Coca Cola Signature Mixer Smoky en la que participó Max Venning, barman inglés que propone en su mixer botánicos como flor de cananga, semilla de hibisco, extracto de roble y guayaco, entre otras. Una Cola de nueva generación que va muy bien con Brenne por la suavidad del whisky y las notas sutiles ahumadas que aporta el refresco.
Cómo prepararlo: en un vaso alto agregar mucho hielo, una medida de Brenne Whisky y completar con Coca Cola Signature Mixer Smoky. Rallar un poco de nuez moscada.
3. Brenne Whisky con jengibre, la opción atrevida:
El whisky va bien con jengibre, lo sabemos. ¿Pero si en vez de poner ginger ale o ginger beer, buscamos un nuevo refresco, con notas más astringentes y ese punto de jengibre que nos gusta? ¿Qué tal si en vez de refresco, ponemos una Kombucha de calidad que conseguimos en un supermercado gourmet o una herboristería? Una opción que he encontrado es de la marca KeVita de Pepsico, de sabor a jengibre con un punto sutil astringente, un jengibre suave, bien equilibrada y con final seco, e importante en estos casos, pasteurizada. Con Brenne Whisky va de maravilla.
Cómo prepararlo: es un vaso alto añadir mucho hielo, una medida de Brenne Whisky y completar con Kombucha KeVita. Decorar con piel de limón o rodaja de jengibre natural.
Atreverse a probar cosas diferentes y con sentido nos puede traer gratas experiencias, y hacer un highball es muy fácil, si sabemos que un buen whisky como Brenne combina con cola, tónica y jengibre, pues a darle la vuelta y seguir explorando refrescos con un matices diferentes y a disfrutar.