España es un país de vino, de cerveza y en los últimos años ha quedado demostrado que también puede ser un país de otros destilados como el gin, donde la novedad dio pie al postureo, luego a la especialización y de allí a consolidarse como una industria de exportación. Lo que no nos esperábamos es la apuesta por el whisky, pues en el camino fácil del proceso de destilación no se contempla añejamiento y más cuándo quienes han podido incursionar en el campo de la destilación (produciendo o redestilando) son pequeñas compañías que necesitan retorno rápido. Apostar por el whisky no deja de ser un juego de las grandes compañías que cuentan con instalaciones y una abultada billetera que les permite fumarse un puro mientras esperan a que esté listo. O de compañías pequeñas más osadas acostumbradas a ir por caminos menos fáciles. En España, los Basque Moonshiners estarían entre ellas.
Hoy en día que una compañía independiente apueste por el whisky es toda una odisea, más tratándose de empresas que por el momento podrían entrar en la categoría de microdestilerías con una clara apuesta por mantener el proceso de forma artesanal. El whisky en el mundo está de moda, hay roturas de stock de etiquetas japonesas, relanzamiento de productos, reetiquetados para modernizar marcas, han aumentado considerablemente el número de destilerías y se han duplicado el número de marcas en los últimos tres años bajo el sello Irish Whiskey. Escocia e Irlanda apresuran sus acuerdos con mercados foráneos para prepararse al Brexit y afianzar mercados y encontrar nuevos. El whisky en términos de mercado global respecto a otros destilados es superior, aunque el sentimiento de la fiebre del oro del destilado con enebro que mantenemos en España sea más fuerte.
El whisky no vino para quedarse, la verdad que nunca se ha ido, hemos tenido unos años de recreo con el gin, nos ha permitido jugar, disfrutar y hacer el postureo y mientras tanto aprender junto al consumidor, pero en privado, o en reuniones de negocios, la firma se sigue haciendo con un vaso de whisky y las grandes casas y las que juegan a lo grande, lo saben.
España es un país de vino, de cerveza, de gin y de whisky, es la puerta de entrada a Europa de las compañías americanas (norte, centro y sur) y un escaparate de tendencias de muchas importadoras y distribuidoras en países hispanohablantes que tienen la ventaja de instaurar lo que ven en el mercado español en menor tiempo de lo que aquí ha costado y sin tanto esfuerzo.
Después de 4 años de lanzado y de afianzarse como una destilería craft, Basque Moonshiners lanza su primer whisky single malt elaborado a partir de maltas locales, usando doble destilación y 3 años de envejecimiento en barricas de Roble de procedencia local (Rioja Alavesa) y barrica ex-bourbon. Una apuesta local, que sigue los principios que ya hemos conocido de esta destilería, son craft, apuestan por el producto de cercanía y métodos tradicionales, otros productos de la casa Basque Moonshiners como el vodka Basmoon utiliza patata de Alava, o PAttAR vodka añejo de patata.
La apuesta de Basque Moonsiners con AGOT es el de mantener su elaboración mediante métodos tradicionales, en este caso, produciendo el destilado in situ, a partir de maltas 100% navarras de las variedades Pilsner y Munich. Un año posterior a su apertura con el lanzamiento de Basmoon vodka, estaban destilando para añejar lo que sería el whisky sello de la casa siguiendo su leimotiv “Follow Yourself” y con el que no solo invitan a sus seguidores a seguir su propio camino, el slogan es parte de su propio ADN y una visión de empresa con la que han venido incursionando desde 2014 en el mundo de los destilados con una apuesta diferente. Si ahora el mercado apuesta por los whiskys single malts, AGOT tendrá mucho que decir si sumamos su carácter craft.
AGOT es doblemente destilado en alambique de cobre, con un doble añejamiento en barricas locales que han contenido vino y barricas americanas ex-bourbon. Los propios promotores de la firma como Jose Luis Navarro, comentan que “para elaborar whisky no hay atajos, y a los Basque Moonshiners siempre les ha motivado los retos”, una afirmación que los reafirma entre las compañías con una apuesta clara y consistente y que los aleja del camino fácil que han tenido muchos productores que se sumaron al tirón del gin. Un buen whisky necesita una buena selección de materias primas como cereal, agua y levadura, una importante inversión en barricas y una alta dosis de paciencia. Algunas de las variables que un maestro destilador sabrá combinar ávidamente para ofrecer un producto a la altura de los mejores en su gama.
La puesta por el single malt por parte de Basque Moonsiners se debe a que dentro de todos los tipos de whisky, el tipo Single Malt es sin duda el más auténtico y tradicional. Para poder etiquetar una botella de whisky como single malt, todos los procesos se deben elaborar dentro de la destilería y tiene que estar elaborado 100% con malta. Además, se tiene que destilar en alambique tradicional de cobre y pasar al menos tres años en barricas de madera. Finalmente se embotella sin filtrar y con su color natural para preservar al máximo los matices de este destilado único. Son procesos lentos y delicados que deben ser ejecutados con gran maestría, la manera como Basque Moonshiners han elegido producido manteniendo su sello de la casa y conservando el estilo tradicional de producción.
Otra de las cualidades que ha tenido Basque Moonshiners es el de tener entre su equipo, la visión de un experto que entienda no solo el destilado, sino la relación que este tendrá con el público, y aquí el reconocido barman Manu Iturregi, conocedor de whisky y propietario de Residence Café en Bilbao, es una apuesta segura en este aspecto. Residence es uno de los locales especializados en whisky con mayor número de referencias en rotación de todo el estado y Manu Iturregi es uno de los principales bartenders conocedores del destilado en todo España.
Sobre AGOT:
El primer lote de AGOT Single Malt Basque Whisky se han producido 989 botellas numeradas, el próximo lote saldrá en enero de 2020.
Las notas de cata ofrecidas por Manu Iturregi afirman que “el aporte de las barricas de Rioja Alabeas junto a las de ex-Bourbon ofrecen un delicado aroma en nariz de vainilla y cacao, y un ligero recuerdo tánico y untuoso en boca. Es de paso ligero y fresco.”
El nombre AGOT es un homenaje que hace Basque Moonshiners al hacer referencia a los AGOTES del pirineo navarro, una etnia minoritaria que según reza la leyenda proviene de los antiguos godos expulsados de la península ibérica por los musulmanes durante el inicio de la Edad Media. Estos descendientes de los visigodos buscaron refugio en lo más inhóspito del pirineo y se caracterizaban por su gran estatura, cabellos rubios, ojos azules y una forma muy característica en el lóbulo de la oreja. Durante años fueron un pueblo marginado que se refugió en el barrio de Bozate, Arizkun (Navarra). Su símbolo es la pata de oca que durante siglos tuvieron que llevar cosido en sus ropas.
La marca DYC en su esfuerzo por defender la categoría del whisky español ya no estará más sola, AGOT comienza una gran etapa como marca con un 3 años, pero todo un ADN craft con método tradicional aportado por Basque Moonshiners que le abrirá camino y seguro le generará respeto en el mercado internacional.