- Las exportaciones crecieron un 4% con respecto al año anterior y se han consolidado como una de las principales fortalezas del sector de bebidas espirituosas en España, representando el 40% de la producción total.
- La hostelería, impulsada por un turismo de calidad, sigue siendo el principal canal de ventas, representando el 62% de la comercialización.
- Crece el consumo diurno, gracias a la innovación en nuevos formatos y consolidando nuevas ocasiones de consumo como el aperitivo, la sobremesa o el afterwork.
- La comercialización de las ‘Indicaciones Geográficas’ de Bebidas Espirituosas sube un 5,84% en 2018 .
- Las exportaciones crecen por encima de la media europea. La exportación de gin marca España registra aumentos del 30% de ventas al mercado exterior con respecto al ejercicio de 2017.
- Un sector sostenible. El sector recicla el 93% de los residuos sólidos que genera.
Madrid, marzo de 2019 - La Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) ha presentado su Informe Socioeconómico 2018, en el que se destaca que tanto la hostelería como los restaurantes aumentaron el volumen de ventas, gracias a los nuevos hábitos diurnos de consumo y al mantenimiento de un turismo de calidad. De hecho, los destilados son las bebidas con alcohol que aportaron mayor rentabilidad a la hostelería, ya que el 30,5 % de los ingresos de los locales de ocio derivan de las bebidas espirituosas. Por su parte, el volumen de comercialización de bebidas espirituosas alcanzó los 215 millones de litros.
Durante el 2018, las exportaciones del sector crecieron un 4%. El comportamiento de la exportación de espirituosos ha sido muy positivo, el 40% de la producción total se destina al comercio exterior. Los principales destinos de exportación fueron Filipinas, Alemania, México y Francia. Además, el Gin es la bebida espirituosa que más crece en exportaciones, con un aumento del 30,3% en las ventas al exterior.
El director de FEBE, Bosco Torremocha, destaca la buena marcha de las exportaciones y el buen comportamiento de la hostelería. “Nuestro sector es positivo, tenemos productos de gran calidad reconocidos por los consumidores dentro y fuera de nuestras frontera, una agricultura que nos ofrece las mejores materias primas, un cuidado proceso artesanal que aúna tradición e innovación, una oferta hostelera de vanguardia y nuevos retos y posibilidades en el consumo diurno, entrando en el aperitivo, el afterwork, la sobremesa.”
Asimismo, Torremocha hace hincapié en que “la versatilidad de las 33 categorías de bebidas espirituosas y la fortaleza de las marcas del Sector enriquecen la oferta mejorando la experiencia del consumidor y adaptándolo a sus demandas”.
En relación a las aportaciones de este sector a España, el director de FEBE ha insistido en que “las bebidas espirituosas suponen un valor económico de más de 7.500 millones de euros y una contribución al Estado de más de 1.400 millones de euros en concepto de impuestos, que contribuyen al bienestar de todos los españoles”. En esta línea, Torremocha concluye: “Nuestro sector es el fiel reflejo de la cultura de nuestro país con un gran potencial de crecimiento y desarrollo, siempre en el marco del consumo responsable y social de nuestros productos que con tanto cariño y dedicación elaboramos para hacer disfrutar a un consumidor cada vez más exigente”.
Un sector con un gran peso económico
El sector de bebidas destiladas representa ya un valor económico de 7.585 millones de euros, lo que supone el 0,17% del PIB. Este valor es fruto del esfuerzo de las empresas que componen el sector, que utilizan más de 200.000 toneladas de materias primas agrícolas para la elaboración de sus productos, fundamentalmente uva, hierbas aromáticas, maíz, cebada o endrinas.
España cuenta con 3.800 centros de producción distribuidos por la geografía nacional, del que el 80% son pymes y empresas familiares. De ellos, 240 empresas se dedican a la elaboración de ‘Indicaciones Geográficas’ de Bebidas Espirituosas. En 2018, la comercialización de las ‘Indicaciones Geográficas’ aumentó un 5,84%.
El consumidor impulsa los productos tradicionales y la innovación
El consumo en España responde en su mayoría a un patrón caracterizado por la moderación y la responsabilidad. De hecho, España es un país con tradición de consumo responsable de bebidas alcohólicas, donde más del 60% de su consumo se realiza fuera del hogar.
Por categorías, encontramos una amplia oferta en la que el whisky, seguido del segmento de licores, el gin, ron y el brandy lideran la demanda de los consumidores españoles.
Si analizamos el comportamiento por categorías en el último ejercicio, se puede observar en el informe que los licores, el anís y el ponche evolucionaron en positivo, con un crecimiento del 2,4%, 4,4% y 1,3% respectivamente. El crecimiento de estas categorías pone de relieve el valor que la tradición y el factor cultural tiene en el consumo de bebidas espirituosas.
El consumo diurno en auge
La hostelería sigue siendo el principal canal de ventas del sector. Los restaurantes y la hostelería diurna son los más beneficiados, pues su volumen de ventas aumentó un 4% en 2018 con respecto al ejercicio anterior, al igual que los supermercados, cuyas ventas se incrementaron en casi un 2%.
Cabe destacar que el crecimiento del turismo ha favorecido al sector de los destilados en los últimos años, sobre todo, a los locales de ocio que se han visto beneficiados a la hora de comercializar bebidas espirituosas.
Un sector generador de riqueza
La mayor parte del empleo generado por el sector de las bebidas espirituosas corresponde a aquel derivado del gasto producido en los sectores de la restauración, hostelería y turismo. Así, por cada empleo directo del sector se generan otros nueve puestos de trabajo indirectos e inducidos.
Del mismo modo, por cada euro de valor añadido bruto generado, el sector de bebidas espirituosas en España contribuye a generar otros cuatro euros más de valor añadido en la economía española.
Según los datos de la Agencia Tributaria, el sector de bebidas espirituosas aportó al Erario Público en 2018 unos 1.458 millones de euros. Así, el 73% de la recaudación correspondiente a impuestos especiales sobre alcohol recae exclusivamente sobre bebidas espirituosas.
Inversión creciente en responsabilidad social
Además de su aportación económica, el sector demuestra año a año su altísimo grado de compromiso, poniendo en marcha un amplio elenco de iniciativas y programas para mantener un patrón de consumo caracterizado por la moderación, al tiempo que desarrolla iniciativas destinadas a prevenir consumos abusivos e indebidos.
Al mantenimiento y desarrollo de este compromiso social, se han destinado en los últimos quince años más de 26 millones de euros, lo que sitúan al sector de bebidas espirituosas en el top 10 nacional de inversión en responsabilidad social en España.
Creciente compromiso medioambiental
El sector de bebidas espirituosas sigue mostrando su apuesta firme por la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental. Así, el sector de bebidas destiladas en España lleva años realizando una amplia gama de iniciativas para la optimización de los recursos naturales. De hecho, el 93% de los residuos sólidos de nuestras plantas de producción se recicla, una tasa que no ha dejado de crecer desde 2008.
La reducción del consumo energético y de agua han sido otro de los ejes principales en la apuesta medioambiental del sector. De hecho, el sector ha reducido su consumo de agua por unidad producida en un 14% desde 2015.
Sobre FEBE
La Federación Española de Bebidas espirituosas, creada en 1999, agrupa a 120 empresas españolas productoras y distribuidoras de bebidas alcohólicas procedentes de la destilación de materias primas agrícolas. Representa a prácticamente el 100% del sector en España.
Las bebidas espirituosas son las bebidas alcohólicas destiladas a partir de materias primas agrícolas (uva, caña, cereales, remolacha, frutas, etc.). Las principales bebidas espirituosas que se producen tradicionalmente en España son el brandy, whisky, ron, ginebra, licores, aguardientes y orujos.