Madrid, febrero de 2018.- Bollinger propone un momento íntimo y original con su Bollinger Rosé. Unas velas, música romántica y el frescor de un rosado especial con estructura de Bollinger; convierten este champagne en una apuesta segura para enamorar a tu pareja. Bollinger posee algunas de las viñas más viejas de toda la región y es uno de los escasos productores de la zona que fermenta sus vinos base en roble. La última creación de la legendaria casa Bollinger es este champagne rosado, fresco y expresivo, con delicados matices de frutas del bosque, elaborado a partir de la singular Special Cuvée. Este champagne resulta de la combinación de más de un 85% de Grands y Premiers Crus un complejo ensamblaje de Pinot Noir (62%), de Chardonnay (24%) y 14% de Meunier. Se añade, además, entre un 5% y 6% de vino tinto procedente de los viñedos de Vezenay y Äy.
Cuenta con un tiempo de maduración en bodega más de 2 veces superior a las reglas de denominación, dando lugar a un champagne que presenta a la vista un rosado luminoso con sutiles reflejos dorados. Olfativamente, destaca por la nobleza de las pequeñas frutas rojas con notas de grosella, cereza y fresa silvestre; y un toque especiado que remite el Bollinger Rosé al estilo Special Cuveé. Para terminar, en boca notaremos una sutil combinación de estructura, longitud y vivacidad donde el aspecto tánico recuerda la presencia del vino tinto. Una burbuja fina como el terciopelo y perfumes de frutas rojas silvestres. En definitiva un champagne fresco para dejarse llevar por los sentimientos y por las sensaciones que Bollinger Rosé despertará en nuestros sentidos, convirtiendo la noche de San Valentín en una de las más especiales.
Acerca de Bollinger
Bollinger, una de las más prestigiosas Maisons de Aÿ y una de las últimas que se mantiene independiente desde su fundación en 1829, ha venido produciendo durante estos casi 200 años un champagne con un estilo poderoso, sofisticado y complejo. Estas cualidades han llevado a la Maison a ser elegida por la Corona de Inglaterra y galardonada en 1884 con el sello royal de Garantía, que designa al proveedor oficial de la Corte.