Madrid, 19 de mayo de 2016.- Cada tercer sábado de mayo, uno de los emblemas de Escocia, el whisky, está de enhorabuena. El Día Mundial del Whisky, que en esta ocasión se celebra el sábado 21, vuelve a rendir homenaje a este destilado de más de quince siglos de historia. Desde que los primeros monjes comenzaran a producirlo en los monasterios escoceses e irlandeses hasta nuestros días, las variedades y los términos para definirlo han ido ampliándose. Por eso, el whisky Premium de malta escocés The Glenrothes comparte las cinco claves para convertirte en un maestro en el mundo de este clásico destilado.
1. España, cuarto mayor importador del mundo
El whisky escocés es aclamado por sus excelentes características y por eso es uno de los más consumidos en todo el mundo. Dentro de este particular ranking, España se sitúa en el cuarto mayor consumidor de whisky escocés, según los datos facilitados por la Scotch Whisky Association correspondientes a las exportaciones de este tipo de destilado durante el año 2015. De hecho, el pasado año se importaron en España más de 58,3 millones de botellas de 70cl de las distintas variedades de whisky escocés. Una cifra nada desdeñable, ya que con el contenido de todas esas botellas podrían llenarse 16,3 piscinas olímpicas.
2. Perfil del consumidor: mujeres y hombres de 30 años
Es hora de desterrar el mito de que el whisky sólo lo disfrutan personas de mediana edad. El perfil del consumidor español ha ido variando en los últimos años y cada vez son más los jóvenes que optan por este destilado, tanto en combinado como en su modo clásico de consumo, el trago largo. De hecho, en España el whisky escocés es apreciado tanto por hombres como por mujeres a partir de 30 años que, progresivamente, van descubriendo destilados más complejos.
La madurez en el consumo del whisky se va alcanzando progresivamente y se pasa de la cantidad, a la calidad. Este es un hecho que le distingue del consumo masivo de otro tipo de destilados, como la ginebra. Además, conforme va madurando la percepción de la calidad whisky por parte del consumidor, el combinado pasa a un segundo plano y prima el destilado en su pura esencia. Un perfil que siente como suyo la filosofía de The Glenrothes: “Cuestión de madurez, no de edad”.
3. El prefijo “glen-“, o la importancia del agua
El agua es un elemento esencial en la elaboración del whisky. Sin H2O el whisky no podría ser whisky, y está presente en todas las fases de producción. En el malteado, se utiliza agua para humedecer la cebada; en la maceración se mezcla agua con la cebada malteada y triturada; una vez terminada la destilación se utiliza agua para reducir el volumen de alcohol a un 62% o 63%; y, finalmente, en el embotellado se vuelve a reducir el nivel de alcohol con agua.
Es por eso por lo que la mayor parte de las destilerías escocesas, como The Glenrothes (fundada en 1879), se sitúan en un glen (valle estrecho en gaélico). ¿Y cuál es la característica clave de un valle? La presencia de un río. El prefijo Glen- determina que la destilería está ubicada en un valle, donde el agua fluye libre y es utilizada en todo el proceso de producción del whisky.
4. Single, para “thinkers”; blended, para “drinkers”
En palabras del embajador global de The Glenrothes, Ronnie Cox, el consumidor de whisky escocés se divide entre dos tipos, así que “los Single, como The Glenrothes, son para thinkers, mientras que los Blended son ideales para los drinkers”. El whisky escocés es una denominación común para cinco clases distintas de whisky que, según la Scotch Whisky Association, se agrupan en dos campos: los whiskies single y los blended. Los single malt son destilados por un único productor en un único lugar; mientras que el blended se elabora mezclando destilados de varios productores. Esta última variedad surgió durante la Ley Seca de Estados Unidos, donde los consumidores no estaban acostumbrados a la potencia del sabor del whisky escocés y apostaron por mezclar varios tipos de whisky para refinar y suavizar así su sabor.
Por ello, el Single (tanto malt como grain) se consume solo y en pequeñas cantidades, mientras que el Blended (tanto malt, como grain o Scotch) es popularmente conocido por utilizarse en combinados sencillos hasta altas horas de la noche.
5. Diversidad de consumo
El whisky es una bebida que permite un abanico muy amplio de formas de consumo, todas ellas con un término concreto que las distingue y que permite pedir en un bar la medida y el modo de consumo apropiado para cada situación:
- Whisky solo: los más puristas prefieren consumir el whisky sin ningún tipo de aditivo para poder apreciar cada uno de los matices, como los del The Glenrothes Sherry Cask Reserve.
- Whisky con agua: el agua, elemento esencial en la producción del whisky, sigue teniendo un papel importante también en el momento de consumo. Para quienes prefieren tomar el whisky rebajado, añadirle un poco de agua es una buena opción, aunque genera una gran controversia. Acertarás seguro si el whisky es The Glenrothes Vintage 2001.
- Whisky on the rocks: un clásico por excelencia que hasta tiene un espacio dedicado en una mítica canción española. El whisky, con hielos, es una de las formas más consumidas, con The Glenrothes Vintage 1998.
- En mixers: el ginger ale es uno de los mejores amigos del whisky, ya que potencia su sabor a la par que rebaja la gradación, como en el caso de The Glenrothes Vintage Reserve.
- El cóctel: en los últimos años, la coctelería ha apostado por el uso del whisky en sabrosos cócteles que sorprenden con sus variedad de sabor y potencian las de The Glenrothes Vintage Reserve.
Acerca de The Glenrothes
The Glenrothes es un whisky single malt de Speyside de excelente calidad, producido en la destilería The Glenrothes, fundada en 1879. The Glenrothes sólo se embotella cuando está listo, maduro y en su punto de máxima perfección.De ahí nuestra filosofía y la verdad de nuestro producto:"Cuestión de madurez, no de edad". Esa es la razón por la cual, históricamente, The Glenrothes se embotella por añadas, no por edad.Una añada es un whisky de The Glenrothes que se destila en un solo año y que se embotella solo cuando ha alcanzado su punto máximo de perfección (en términos de madurez). Esto no ocurre a una edad predeterminada ni lo marca el calendario. A veces, el malta está listo en tan sólo 10 u 11 años, y a veces no antes de 20.La gama disponible en España es el Vintage de 1998, Vintage 1991, Vintage 1987, Vintage 1975, Vintage 2001, Sherry Cask Reserve y Vintage Reserve.